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Posicionamiento basado en Satélites: una mirada a las tecnologías futuras

¿De qué se trata realmente la localización por satélite? ¿Y qué beneficios ofrece específicamente para la logística?

El artículo “Tecnologías de próxima generación” presenta los hallazgos de la división de Investigación y Desarrollo, que trabaja en estrecha colaboración con varios departamentos y sucursales, así como con el Laboratorio DACHSER Enterprise en Fraunhofer IML y otros socios de investigación y tecnología.

El GPS, el Sistema de Posicionamiento Global, es la base para seguir y rastrear vehículos y envíos. Los nuevos sistemas como Galileo ofrecen varias posibilidades prometedoras, pero incluso en el futuro, el posicionamiento basado en satélites no será apto para todas las aplicaciones en logística.

¿Dónde estoy? Los transportistas de mercancías se han hecho esta pregunta durante más de 2000 años. Los marineros a bordo de buques mercantes determinaban su posición utilizando puntos de referencia, faros y mapas náuticos fiables. Esa era la única forma de encontrar la ruta más rápida y estimar el tiempo que llegarían a su destino. La capacidad de calcular la ruta óptima y una hora estimada de llegada (ETA) altamente precisa sigue siendo muy valiosa para las empresas de logística en la actualidad. Para hacerlo, deben determinar la ubicación de todos los medios de transporte y envíos, de la manera más continua y precisa posible. Pero hoy en día, la logística no busca puntos de referencia, sino una amplia gama de balizas inalámbricas (beacons).

El más conocido de ellos es la localización mediante un sistema global de navegación por satélite (GNSS). Durante más de 20 años, la mayoría de los receptores en vehículos, dispositivos de rastreo o teléfonos inteligentes han estado procesando señales de unos 30 satélites GPS de Estados Unidos, que orbitan la Tierra a una altitud de 20.000 kilómetros. Estos receptores también utilizan datos de posicionamiento del sistema GLONASS de Rusia o BeiDou de China, pero solo un puñado de receptores ya utiliza datos de los satélites Galileo de la UE. La configuración del sistema Galileo comenzó en 2011 y aún está incompleta; 26 de los 30 satélites planeados están en órbita, y los pasos finales están programados para finalizar entre 2021 y 2022. Para entonces, Galileo será el GNSS más avanzado, ofreciendo la máxima fiabilidad y el mayor grado de precisión. Pero Estados Unidos continúa mejorando gradualmente la primera y la segunda generación de sus satélites GPS, de modo que a mediano plazo, todos los sistemas entregarán más o menos la misma calidad de datos.

Los GNSS de primera y segunda generación pueden lograr una precisión de posicionamiento de 10 a 15 metros; los satélites más sofisticados como Galileo podrán mejorar eso de 4 a 8 metros. Sin embargo, varios factores pueden tener un impacto negativo en esta precisión, por ejemplo en la reflexión de señales, especialmente en cañones urbanos. Estos reflejos distorsionan el tiempo exacto de vuelo de la señal del satélite, que es necesario para calcular con precisión la posición. Las pruebas en DACHSER revelaron las debilidades del uso de GPS para determinar, digamos, en qué puerta de carga se encuentra un semirremolque. En este caso de uso, el GPS por sí solo no pudo lograr un 99,9 por ciento de confiabilidad.

Nuevos "beacons"

Un GPS diferencial (DGPS) ofrece una posibilidad de utilizar GPS para determinar una posición con mayor precisión (hasta 20 centímetros) y fiabilidad. En este sistema, el transmisor envía una señal adicional que luego se procesa en tierra. La desventaja de este servicio inalámbrico es que no está disponible en todas partes, generalmente incurre en un cargo y provoca un mayor consumo de energía en el receptor. Por estas razones, DGPS suele ser una solución viable solo en casos muy específicos. Con su servicio de alta precisión (HAS), Galileo planea ofrecer una señal adicional directamente desde la órbita para lograr una precisión de hasta 20 centímetros. A diferencia de los planes originales, este servicio está destinado a ser gratuito para los usuarios. Incluso así, esto no resuelve el problema de la reflexión, y lo más probable es que el HAS no pueda ofrecer precisiones de nivel centimétrico para aplicaciones en tiempo real, ya que procesar la señal adicional puede llevar hasta 30 minutos. De todos modos, no se han realizado pruebas prácticas del HAS porque aún no está disponible.

Durante los próximos años, el posicionamiento por satélite proporcionará datos de localización más precisos, pero por razones técnicas, todavía habrá inexactitudes y restricciones. Dentro de edificios o en estructuras como contenedores marítimos, el GPS y sistemas similares no podrán proporcionar datos verdaderamente exactos incluso en el futuro, debido al fuerte blindaje de la señal. Sin embargo, los actores de la logística pueden hacer uso de "beacons" alternativos o complementarios para el posicionamiento, especialmente estaciones base de celulares, enrutadores WiFi, balizas BLE, RTLS, SLAM o sistemas ópticos; cada tecnología tiene sus pros y sus contras. Por eso, en el futuro, no habrá "una" tecnología de localización para las empresas de logística. En su lugar, buscarán la combinación adecuada de tecnologías para cada caso de uso, siempre buscando la mejor manera de responder a la pregunta: "¿Dónde estoy?".

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